sábado, 24 de agosto de 2013

Guía para salir de la deuda.



Trasteando por Internet encontré esto y me pareció digno de leer. No está mal el método, por supuesto salvando las distancias en cuanto ubicación de cada uno y la crisis del momento actual, en la que es difícil encontrar cualquier tipo de trabajo ya sea a tiempo parcial, completo, o de manera eventual, pero tiene algunas ideas que tal vez puedan serle útiles a alguien, como por ejemplo el plantearse el trabajo por su cuenta en algo innovador.

GUÍA PARA SALIR DE LA DEUDA.

“Hace apenas unos años estaba sobrecargado de deudas; tanto que no podía afrontar todos mis pagos y tenía muchas deudas enviadas a agencias de cobro. Los prestamistas me reclamaban pagos atrasados, y yo los intentaba conjugar a todos, constantemente estresado pensando en como iba a pagar el coche y el alquiler. Es difícil imaginar esos días ahora (el insoportable peso de esa deuda) porque desde este año ¡estoy libre de deudas!
Es un sentimiento de liberación increíble estar sin deudas. Tu dinero es tuyo, y tienes sitio en tu presupuesto para ahorrar, invertir y comprar lo que necesites.
Pero ir de una deuda abrumadora a estar sin deudas no fue instantáneo. Fue un viaje, y supuso una resolución firme, algunos sacrificios y algunos hábitos nuevos.
Como me libré de las deudas
No fue el más fácil de los viajes para mí, pero creo que debido a la lucha que supone salir de la deuda, el destino final es mucho más dulce.
Estas son las cosas más importantes que me sacaron de la deuda:
1. Cancelar las tarjetas de crédito. Este elemento siempre despierta debate, pero lo diré siempre, porque ha sido crucial para conseguir liberarme de las deudas: las tarjetas de crédito son extremadamente tentadoras, y con sus altos intereses pueden ser muy peligrosas. Es posible usarlas sabiamente e incluso beneficiarse de su uso… sin embargo, mucha gente no las usa así, y para gente como yo es mejor simplemente cancelar la tarjeta. Todavía tenía una gran deuda que pagar de la tarjeta, pero al menos no la estaba usando más. Regla nº 1: Si intentas salir de un agujero, deja de cavar.
2. Eliminar los gastos no esenciales. Esto podría parecer extremo para mucha gente, pero recuerda: tengo seis hijos y por un tiempo no ganaba lo suficiente como para mantener a mi familia. Necesitaba ahorrar. Así que eliminé todo lo que no necesitaba: televisión de pago, casi todas las salidas a cenar, ir al cine (excepto en raras ocasiones), alcohol, tabaco (una vez que dejé de fumar en noviembre de 2005), comprar ropa nueva (excepto cuando realmente era necesaria), etc. Lentamente reaprendí lo que era vivir frugalmente. Esto también fue clave, porque es parte de la regla de “dejar de cavar en el agujero”.
3. El plan de gastos. No me gusta usar la palabra “presupuesto” porque despierta temor en el corazón de muchos lectores, y miradas vacías en otros. En lugar de eso, me gusta el término “plan de gastos”, porque conjura imágenes de crear un plan para conseguir un objetivo, actuar, y hacer algo con tus problemas. Pero básicamente: calcula cuanto ganas, y decide conscientemente como quieres gastarlo este mes. Mi plan presupuesta cada paga, porque un presupuesto mensual no era útil para mí: si solo hago un presupuesto en un mes ¿como saber qué pagar cuando llega mi primer sueldo? Me gusta ser más concreto.
En cualquier caso, el plan de gastos es esencial. Tienes que decidir donde irá tu dinero antes de gastarlo. Era cuando gastaba sin un plan cuando tenía problemas. Y recuerda: un plan debe ser flexible, y tener espacio de maniobra, porque la vida cambia.
4. Dinero y pagos online. Una de las razones de que tuviera problemas para controlar mis finanzas en el pasado era que gastaba a manos llenas sin una manera fácil de controlar mis finanzas o cumplir con un presupuesto. Usaba una tarjeta de crédito, de débito, cheques, retiradas constantes de cajeros, etc. No soy bueno anotando cada céntimo. Así que pensé en un sistema mejor: pago todas mis facturas online (incluyendo deudas y ahorros), y después saco todo el dinero que necesitaré para categorías como salir a cenar, alimentos y gasolina. Uso el sistema del sobre, así que siempre se cuánto me queda en cada categoría. Simple y seguro.
5. El fondo de emergencia. Creo que esta fue una de las cosas más importantes que hice. Lo sé, es un consejo muy común, pero es por una buena razón: sin un fondo de emergencia, tus finanzas están a merced de cualquier situación urgente que aparezca. ¿Gastos médicos inesperados? ¿Una reparación doméstica? ¿Reparaciones del coche? ¿Necesitas viajar para visitar a un pariente enfermo? Estas cosas tendrán que pagarse de alguna manera, y si no tienes un fondo de emergencia tendrás que endeudarte para pagarlas o sacrificarás tus pagos de este mes.
Sin un fondo de emergencia, es casi imposible salir de la deuda. Para mí, la reducción de deudas no comenzó realmente hasta que había ahorrado al menos un pequeño fondo de emergencia (aspira a 1.000 euros para empezar, o al menos unos pocos cientos)
6. El plan de pago de la deuda. Creé un plan para salir de la deuda, usando el método de la bola de nieve. Ataqué primero las cuentas pequeñas, permitiéndome crear una sensación de logro, y liberando algo de dinero para pagar las cuentas mayores. Aunque atacar primero las cuentas con mayores intereses es más inteligente desde el punto de vista financiero, la diferencia es pequeña y el impulso psicológico del método de la bola de nieve es enorme.
7. La deuda es mi primer pago. En realidad, al principio ahorrar para el fondo de emergencia era mi primer pago. En cuanto recibía mi sueldo transfería dinero a mi cuenta de ahorro, y solo después pagaba otras facturas y retiraba el dinero para gastar. Cuando tuve 1.000$ ahorrados, comencé a hacer del pago de mi deuda la factura más importante, y pagaba esa primero.
Ahorrar lo segundo. Todas las otras facturas tercero. Pagando deudas y ahorros primero, eliminas el problema común que tiene la gente que hace de los ahorros y la deuda la última cosa que paga: si algún imprevisto aparece, no queda suficiente dinero para ahorrar o pagar la deuda.
8. Recompensas. Creo firmemente en premiarte a ti mismo y celebrar cualquier logro. Cuando terminaba de pagar una deuda, mi mujer y yo salíamos a cenar para celebrarlo. Y podíamos hacer algo bonito para los niños. Claro que gastábamos dinero extra, pero esa sensación de logro es importante. Es un largo viaje, y necesitas ser capaz de mirar atrás de vez en cuando y ver lo lejos que has llegado. Es muy motivador, y consigue que llegues a la meta.
9. Incrementar los ingresos. Además de gastar menos y vivir más frugalmente, también incrementé mis ingresos para hacer mi situación financiera más estable y acelerar el repago de la deuda. Para hacerlo, busqué un trabajo de jornada completa (antes solo trabajaba como freelance), y continué haciendo tantos trabajos por libre como fuera posible. Después empecé ZenHabits.net, y eso se convirtió en una fuente de ingresos continua y creciente. También mejoré mis trabajos como freelance, y empecé a buscar otras formas de ganar dinero.
Por qué vivir frugalmente es solo parte de la solución
No estaría libre de deudas hoy si no hubiera aprendido a vivir frugalmente. Si no cortas el flujo de sangre, nunca curarás la herida.
Pero una vida frugal es solo un componente. Tienes que aprender a tener tus finanzas bajo control, planificar tu gasto y crear un fondo de emergencia. Tienes que aprender a motivarte a ti mismo para terminar el largo viaje.
Y uno de los pasos más importantes, como mencioné antes, fue incrementar mis ingresos de varias maneras, en una serie de pasos diseñados para poner en mejor forma mis finanzas y pagar la deuda más rápido.
Vivir frugalmente debería ser la primera cosa que hicieras, en mi opinión. Es vitalmente importante. Pero es solo una parte de la ecuación; gastar menos solo te hace recorrer parte del camino. Ganar más te hacer recorrer el resto.
¿Como puedes incrementar tus ingresos? No lo harás de la misma manera que yo. Claro que cualquiera puede crear un blog, escribir un libro electrónico, trabajar como freelance o escribir un libro impreso. He hablado sobre como hacer estas cosas en otros sitios. Pero no siempre funciona para todo el mundo.
La clave es encontrar algo que te apasione, y perseguirlo con todo tu corazón. Eso podría suponer educarte a ti mismo, y aprender nuevas habilidades. Podría suponer encontrar mentores, y comenzar desde abajo. Pero cuando te apasiona algo, estás más motivado para aprender y tener éxito. Entrégate a ello de verdad, y encontrarás una manera.
También es importante buscar nuevas oportunidades, y no dejar que se escapen las buenas. Si la oportunidad no sale bien, déjala… pero al menos lo intentaste. ¿Y quien sabe? Una o más de estas oportunidades podrían convertirse en oro puro. Me ha pasado a mí, y me encanta mi vida más que nunca.”

Nota: traducción del ebook de Leo Babauta “Thriving on Less“.
Copiado del blog de Borja Prieto.  "Desencadenado"


En mí caso, que en estos momentos estoy en paro, mi mayor hándicap aparte de la escasez de trabajo en mi sector, es la edad, ya que al entregar un currículum siempre te piden la mayor experiencia posible y también por supuesto que seas joven, lo cual por lo general suele ser incompatible, ya que una persona joven si puede tener una experiencia laboral pero solo hasta cierto punto, salvo que sea en algo que evolucione constantemente a un ritmo muy alto (supongo que también influirá el sector de trabajo al que optemos).
Como digo, mi edad que ahora es de casi cincuenta y tres años, además de cerrarme las puertas a un puesto de trabajo como el que he venido realizando habitualmente, también coarta en gran medida la posibilidad de reciclaje hacia otro tipo de trabajo, puesto que de intentarlo cuando hubiese aprendido lo suficiente para empezar, carecería de la experiencia necesaria para ser contratado, ¿quién va ha contratar a alguien mayor, sin experiencia y que cuando pudiese empezar a ser productivo, le llegase la jubilación?
Como diría Pedro el amigo de Heidi “cáscaras lo tengo complicado”, pero el relato anterior para gente más joven puede ser útil.

Hasta pronto.

domingo, 18 de agosto de 2013

Normas de conducta o medidas preventivas.




Supongo que todos los conocéis,  pero para los más nuevos vamos a explicar un poco los principios de conducta.

¿Qué son y para qué sirven estos principios?
Los principios de conducta son una serie de recomendaciones o normas por las que se debe regir el ludópata para su rehabilitación. Son unas pocas normas básicas, pero que bien llevadas a la práctica hacen casi imposible que un ludópata vuelva a jugar. Estas normas es importante que además del propio enfermo/a las conozca también el familiar, ya que en todas o al menos en la mayoría, puede tener parte activa para su buen seguimiento y desarrollo.
Aunque son medidas básicas y no debería surgir ningún tipo de pega por incomprensión hacia ellas, vamos a tratar de desgranarlas un poco, para los/as más “puntillosos” dejando claro de antemano que estas normas no deben variarse al gusto de cada uno, o cumplir unas sí y otras no, su eficacia radica en el cumplimiento lo más exacto posible en cuanto a su definición y seguimiento en conjunto.
Veamos:

1) Llevar el dinero exacto para el día a día quiere decir que, tras un acuerdo entre el enfermo y la persona o personas que vayan a llevar su seguimiento, en el que hayan llegado a una cantidad diaria (al principio no es conveniente que los periodos de tiempo sean más largos, salvo extrema necesidad, como trabajar fuera durante toda la semana, o algo similar) esa cantidad no debe ser modificada sin motivo alguno y por supuesto su gasto siempre debe ir asociado a su correspondiente ticket o comprobante, no volviendo a renovarse dicha cantidad por parte de quien lleva el control hasta no haber comprobado dichos tickets. En caso de que algún día hubiese un remanente o sobra, al día siguiente se volverá a completar hasta la cantidad estipulada, nunca el enfermo debe quedarse con el remanente para evitar el peligro de la creación de las típicas “huchas” en las que puedan ir acumulando una cantidad incontrolada que pueda incitarles al juego. Todos los artículos que el familiar pueda proporcionar en especia, servirá para reducir las necesidades del enfermo y por lo tanto la cantidad a portar en su día a día: tabaco, almuerzo, café, prensa o similares son un buen ejemplo. Pretender llevar una cantidad mayor por si acaso surge un imprevisto, es un mal sistema, ya que prácticamente llevaría al ludópata a buscar estas situaciones, con tal de tener “motivo” para llevar más dinero encima. Para un/a ludópata las invitaciones y los “compromisos sociales de tipo alterne habitual” deben formar parte del pasado, al menos hasta después del tiempo necesario para su rehabilitación, cuando ya sepa el valor real del dinero y para que lo necesita realmente; que desde luego, no es para derrocharlo con antiguos “amigos de juego” y mucho menos en juego en sí.

2) Consumir alcohol, o cualquier otro tipo de sustancia que pueda llevarnos a perder el control, claramente además del peligro que entrañan de por sí, podría llevar al ludópata al juego, por lo tanto la erradicación de este tipo de sustancias, también será una puerta más que cerremos en pos de la rehabilitación. Un buen método de concienciación para esto es hacer una simple suma de todo lo despilfarrado en estos menesteres, con ella en muchos casos veríamos que el dinero que se intenta conseguir por medio del juego, se tendría si evitásemos estos gastos que tan solo nos traen problemas y dificultades. Si fuese necesario, seguro que también existen centros donde tratar dichas adicciones.

3) Este tipo de lugares aumenta considerablemente el riesgo de recaída, por lo tanto entrar en ellos salvo por necesidad (entrar en un bar o restaurante para comer o refrescarse, ir al servicio, una entrevista de trabajo…) y a ser posible siempre en compañía de alguien que conozca nuestro problema, nos esté ayudando y por lo tanto no nos permita jugar. Entrar solos, con dinero y sin ningún motivo concreto, además de una temeridad indica claramente que NO estamos cumpliendo las normas.

4) Es conveniente, sobre todo en los comienzos de la rehabilitación, estar siempre activo, cuanto menos tiempo de inactividad se tenga mucho mejor, ya que suele ser en esos momentos cuando más se recuerdan los “momentos” de juego y sus anécdotas, pudiendo estos recuerdos reactivar el deseo a jugar de nuevo, ya que el ludópata tiende a magnificar los buenos ratos o rachas y por el contrario a minimizar u “olvidar” los malos momentos. Buscar nuevos hobbies, o reencontrarse con alguno dejado de lado durante el periodo como ludópatas en activo, puede ser la solución a esos momentos vacíos en nuestro día a día. Cualquier cosa que no tenga que ver con el juego de azar y las apuestas puede ser valida. Es un tiempo precioso que podemos dedicar a nuestra familia con más comunicación y actividades en común, o a paseos, deportes, lectura, manualidades,… en fin, posiblemente existen tantos hobbies como personas en el mundo, tan solo es cuestión de encontrar lo que nos llame la atención y si es posible practicarlo en compañía mejor, ya que durante mucho tiempo el ludópata ha permanecido prácticamente aislado en su mundo. Implicarse en la asociación realizando actividades que sirvan para el mejor funcionamiento de la misma, también es una buena solución para emplear algunos momentos de nuestro tiempo libre, ya que esas actividades aportarán una mayor concienciación con la enfermedad y además de ayudarnos a nosotros mismos servirán para una mejor asistencia a los demás, aportándonos por ello mayor autoestima.

5) Estar en contacto permanente con la familia o amigos de verdad (no con los amigotes de partida o juego) y hablar con ellos de la enfermedad y de cómo nos encontramos en esos momentos, sin ningún tipo de tabú o complejo, nos permitirá ir saliendo poco a poco de ese mundo de fantasía interior en el que hemos estado viviendo prácticamente de continuo durante mucho tiempo. Llamar a la gente que nos brinda su apoyo en esos momentos difíciles de nuestra vida aunque tan solo sea para mandarles un saludo, abre las puertas a un diálogo que de otra manera tal vez fuese inexistente.

6) Para qué mentir si ya no tenemos nada que ocultar. Nuestro deseo de poder vivir sin tanta complicación y secretismo ahora que los demás saben lo que nos ocurre ya es posible. Además tiene otra ventaja añadida, si es el ludópata quien se abre sincera y espontáneamente a quienes le están prestando su ayuda y apoyo, evitará las constantes preguntas por parte de éstos, alejando de esa forma la sensación de interrogatorio agobiante al ser el blanco de incesantes miradas y preguntas inquisidoras. A fin de cuentas si ya saben la enfermedad que tienes y lo que has hecho a causa de ella ¿a qué viene tanta vergüenza para hablar de ello? Dejando las cosas claras se evitan mal entendidos y especulaciones que posiblemente no sean las más acertadas.

7) Compartiendo sus experiencias y sentimientos con los demás, el ludópata se irá fortaleciendo a sí mismo y por lo tanto ganando autoestima al ver que poco a poco, es capaz de hablar y afrontar de cara sus problemas, algo que durante mucho tiempo ha sido incapaz de hacer. Compartiendo estas experiencias también ayudará a quienes se vean reflejados en ellas, ya que les pueden servir de estímulo para hablar de las suyas propias, creando un debate del que poder aprender a distinguir lo bueno de lo malo, aprender a separar problemas y descubrir como otros han salido adelante en situaciones parecidas a la suya. También servirá para que los familiares vean que el enfermo está reaccionando positivamente y que intenta hacer lo que está a su alcance para conseguirlo.

8) Debe quedarse atrás la mente fantasiosa del ludópata, siempre pensando en ese gran premio o racha, que sirviera para conseguir todas las ilusiones que se forja en su cabeza: grandes viajes y lujos, una vida sin carencias, todo felicidad y tranquilidad gracias al dinero fácilmente conseguido en el juego… Y más tarde al menos ese golpe de suerte que permita recuperar lo perdido, darse cuenta de que esos pequeños caprichos que esperaba conseguir gracias al juego, posiblemente los hubiese tenido de no haber jugado, pero tiene que aprender a ser consciente de que lo perdido, perdido está. De ahora en adelante tan solo debe ponerse metas factibles y la mejor forma de conseguirlas es mediante el trabajo y el ahorro. Las fantasías no son más que eso y nos pueden volver a llevar al abismo del que pretendemos salir. Aprender a valorar lo conseguido nos hace emplearlo mejor, ya sea dinero o cualquier otra cosa.

9) La información es necesaria para una buena rehabilitación, no es posible enfrentarse a algo desconocido con ciertas garantías de éxito. Conocer y saber correctamente qué es la enfermedad, sus contraindicaciones, las técnicas y medios para combatirla de forma responsable, nos ayudarán en el logro de nuestro objetivo. Cuanta más información, mejor. Tratar de “olvidarse de ella y dejarla adormilada en nuestro interior, no es la solución ya que tarde o temprano se despertará nuevamente y con más virulencia.

10) Cumplir rigurosamente las normas e indicaciones terapéuticas que se dan en cualquier tipo de enfermedad es algo fundamental para conseguir la sanación, restablecimiento o rehabilitación, dependiendo del tipo de enfermedad que se trate y si esta es crónica o no, la ludopatía no es una excepción, por lo tanto se deben cumplir todas y cada una de las medidas preventivas sin tratar de modificarlas a nuestro modo, nos gusten o no. Solo de esa manera obtendremos buenos resultados; amañarlas a nuestra conveniencia y más tarde cuando no obtengamos el resultado deseado echar la culpa a dichas medidas diciendo que no son efectivas, no seria más que una pobre excusa con la que intentaríamos engañarnos a nosotros mismos, quedando bien patente nuestra falta de compromiso en la rehabilitación, ya sea propia o de la persona a quien supuestamente estemos apoyando. En la rehabilitación de la ludopatía, existen normas específicas para enfermos, para familiares y otras para ambos, TODOS deben cumplir tanto las suyas como las comunes. Relajar las normas por parte del familiar con la intención de hacer las cosas más fáciles al enfermo, desvirtúan estas y tan solo se consiguen resultados negativos ya que el enfermo no se esfuerza lo necesario perdiendo calidad en su rehabilitación.

11) En cada asociación tienen sus propias normas, aunque estas suelen ser muy parecidas de unas asociaciones a otras, ya que no son algo que impongan porque sí a los miembros de la asociación, son recopiladas en base a los estudios realizados por profesionales de la medicina y de la experiencia demostrada durante mucho tiempo, no solo por los miembros en activo de esa asociación en concreto, sino por la experiencia acumulada por todos los que han pasado en cualquier momento tanto por esa asociación como por cualquier otra. Las asociaciones o grupos de autoayuda también difieren entre sí, en ocasiones están fundados siguiendo la legislación vigente en el lugar donde estén ubicados, con una serie de estatutos en los que se reglamentan los derechos y deberes de sus participantes, en otras ocasiones son un grupo de gente que se reúne para tratar la enfermedad que tienen en común, unas cuentan con una serie de servicios profesionales, guarderías… es igual, sea como sea tu asociación o grupo de autoayuda debes hacer lo posible por conocer y participar en su funcionamiento, eso será algo que te favorezca a ti y a los demás.

12)  Este punto hace referencia a algo que se debe asumir desde el primer momento de la rehabilitación, el juego de azar en todas sus facetas debe ser algo desterrado de forma permanente de la vida de todo ludópata, ya que un ludópata siempre será un ludópata, por muy rehabilitado que esté o que crea estar y por lo tanto el juego NUNCA debe ser una opción en su vida, ni para intentar solucionar problemas de cualquier índole, ni para nada. Intenta solucionar tus problemas de cualquier otra forma y si no encuentras solución por ti solo pide ayuda, pero NUNCA recurras al juego ya que arruinarás tu vida y la de quienes te rodean.


Sé que me he extendido “un poco” (jejeje) pero en ocasiones damos por sabidas y comprendidas cosas que en realidad no lo están tanto. A la experiencia de tantas recaídas me remito. Si hemos tenido últimamente una o varias y repasamos sinceramente las normas, seguro que alguna o algunas de ellas en su totalidad o en parte no hemos cumplido, pues hora es que vayamos haciéndolo y a ser posible, mejor antes de pasar por el sufrimiento de una recaída, Ya sabéis esa máxima que dice «Más vale prevenir que curar».
Hasta pronto.

sábado, 17 de agosto de 2013

LA LUDOPATÍA: La necesidad del dinero fácil en tiempos de crisis.




Hoy me voy a limitar a copiar una entrada del blog de Carmen G. Olid.  Llamado “Reflexiones sobre psicología” Este blog trata de diversas cosas interesantes a nivel social desde el punto de vista de la psicología, os animo a echarle un vistazo. Por mi parte y en especial este articulo y dado su temática me parece interesante su divulgación desde este blog.

En épocas de desesperanza surge en el ser humano la necesidad de aferrarse a algo, de hacer cosas que devuelvan el equilibrio y el bienestar. Esto agudiza el ingenio y se producen grandes avances, pero, lamentablemente, también es un perfecto caldo de cultivo para que la manipulación, el egoísmo, el abuso y otras “lindezas” se practiquen impunemente. Es en tiempos de crisis, como la que nos toca transitar, cuando aparecen tendencias, conductas y valores que de no haberse producido el deterioro económico no habrían tenido ese auge.

Basta con echar un simple vistazo a la publicidad para darse cuenta de que una de estas nuevas tendencias es el incremento del juego. Si antes el bingo era una actividad reservada, casi en exclusiva a personas de cierta edad, solas o a ludópatas, ahora se ha convertido en, casi, actividad laboral o pseudolaboral. La desesperación y la posibilidad de ganar un dinero fácil hacen que el juego esté cobrando protagonismo especial en nuestra sociedad. Enseguida las mentes más avispadas y menos éticas han sabido ver el filón que se abría y manipulan y gestionan perfectamente esta necesidad humana. Ofrecen dinero “gratis” con tal de que se inicie la actividad. La ganancia vendrá después, cuando la adicción comience a implantarse.

El riesgo de esta práctica está en dos trastornos psicológicos muy importantes: la ludopatía (adicción al juego) y el trastorno obsesivo-compulsivo. La persona que sufre de lo primero irá viendo cómo su necesidad de jugar va provocando la anulación de su voluntad para controlarse. Lo que en principio puede parecer una actividad lúdica, sin trascendencia y perfectamente controlada, va dando paso a una conducta que domina casi todo el tiempo de la persona. Existe una imposibilidad de parar aún cuando no sólo no se soluciona el problema económico que lo indujo, sino que se agrava. Es decir, no sólo no se gana el dinero que se necesita y para lo que se inició en el juego, sino que las pérdidas económicas aumentan y se llega incluso a perder las mínimas ayudas que se tengan. Unido a esto aparece una especie de pensamiento “mágico” que lleva a la persona a creer que ahora la racha cambiará y podrá recuperar todo lo perdido, entrando de este modo en una espiral que crece y crece.

El deterioro que se produce en la persona es tremendo. Su autoestima cae en picado y aumenta su sentimiento de culpa por la falta de control y la pérdida económica en la que incurre. Además, también aparecen severos daños en las relaciones personales y familiares del adicto al juego. La mentira, el retraimiento o incluso aislamiento, conductas delictivas (robos, principalmente)…son compañeras de viaje en este trastorno. Lo que en un principio sería la solución a los problemas económicos, se ha convertido en el principal problema económico y familiar.

Por otro lado también surgen trastornos asociados como las compulsiones, es decir, conductas más o menos absurdas que no pueden dejar de hacerse para paliar la ansiedad que producen ideas o creencias sin sentido. Hay una amplia gama de ellas. Su frecuencia, duración e intensidad, determinan la gravedad del problema. Esto va desde amuletos de la suerte, recitar determinadas frases o salir siempre con el pie derecho de casa para tener suerte en algo, hasta realizar rituales de horas para evitar la muerte, por ejemplo o el daño grave a un ser querido. Así pues hay personas que necesitan dos horas antes de salir de casa para poder lavarse o limpiar cosas un número determinado de veces de una forma concreta, por ejemplo, porque de lo contrario podrían tener un accidente ellos o sus familiares o porque de este modo tendrán más suerte.

En el caso de las ludopatías suelen ir de la mano. La práctica totalidad de los jugadores patológicos tienen conductas de superstición y/o compulsión. Dado que se trata de comportamientos que la persona entiende como irracionales o incluso ridículos, hay una tendencia a la ocultación. De este modo, cuando la persona ya acude a terapia el cuadro está muy  desarrollado.

¿Qué podemos hacer ante todo esto?

Fundamental es pensar que el dinero fácil y que depende del azar jamás será estable a medio plazo. El juego es un negocio, pero es un negocio para quien lo dirige y controla, no para quien lo practica. Los casinos, los bingos, los salones de juego son  muy rentables por lo que es obvio que los clientes pierden muchísimo más dinero de lo que ganan.

Las estrategias de afrontamiento de las situaciones problemáticas deben ser encaminadas a la consecución de beneficios con el mínimo coste. Es decir, cualquier promesa de ganancia que implique, de entrada, una pérdida, debemos valorarla como pérdida a corto plazo asegurada. Lo mejor, por tanto, es evitar el juego. Cuando se cuenta con bajo presupuesto mensual es preciso escribir en un papel los gastos necesarios e imprescindibles para poder aplicar los ingresos a esas necesidades. Sólo con una planificación así se podrá mantener un cierto control sobre la situación y evitaremos añadir angustia a la situación en sí misma angustiosa.

Una vez que el problema aparece, cuanto antes se solicite ayuda profesional psicológica, antes y mejor se solucionará el problema. Se trata de un problema familiar y es más recomendable que toda la familia acuda a la terapia para que el profesional oriente sobre cómo actuar con el paciente.

Aprendamos de nuestra propia historia evolutiva y seamos positivos. Siempre habrá épocas de crisis de las hemos de salir aprendiendo y fortalecidos. Dirijamos nuestros esfuerzos y estrategias hacia objetivos cortos y seguros y dejemos el azar para tiempos mejores.


 
Carmen G. Olid


Un saludo para todos vosotros y en especial para Carmen por su estupendo articulo de opinión.
Hasta pronto.

jueves, 8 de agosto de 2013

Miedo constante a una recaída.


Debemos concienciarnos de la posibilidad de una recaída, pero no debemos obsesionarnos con esa posibilidad, ya que de hacerlo, ese miedo frenaría la rehabilitación.
Tanto el enfermo como el familiar en los primeros tiempos de rehabilitación se sienten agobiados ante la posibilidad de una recaída. En algunos casos precisamente esa presión es la que lleva al ludópata a recaer y al familiar a un interrogatorio constante al enfermo que a la postre tiene las mismas consecuencias anteriores, sentimiento de agobio, discusiones perfectamente evitables y recaída.
Entrar en esa espiral es algo que se tiene que aprender a evitar, por medio de la asistencia a terapias de grupo y con el seguimiento de las medidas preventivas. Dos pilares fundamentales para una rehabilitación correcta.
Un exceso de celo, puede llegar a ser tan peligroso como una pasividad absoluta, la posibilidad de recaída es algo que siempre estará ahí, pero que se debe valorar en su justa medida, acorde a cada situación y momento de la rehabilitación.
Hasta pronto.

jueves, 1 de agosto de 2013

Especial atención al juego durante las vacaciones.


Nuevo periodo vacacional en la asociación y con el, nuevo paréntesis en las terapias semanales. Estar un tiempo sin asistir a la asociación por motivo de las vacaciones, no debe ser excusa para alterar el cumplimiento de las normas de conducta. Estas deben seguir en activo, aunque se puedan ver modificadas por las circunstancias, siempre y cuando esos cambios no impliquen exponernos a situaciones peligrosas.
Largas horas de asueto en playas o piscinas, en compañía de familiares y amigos, por ejemplo, nos pueden llevar a las consabidas partidas de cartas y demás juegos de azar considerados como “inocentes” por la sociedad en general, pero que pueden tener unas consecuencias devastadoras en la mente de un ludópata. Mucho más si esto se produce en los comienzos de su rehabilitación, cuando ésta no pasa de ser más que una mera
abstinencia y todavía no se tiene la suficiente preparación para saber decir ¡NO! El tan manido “si solo nos jugamos el café” o “es por pasar el rato” no es ni mucho menos consecuente con lo que realmente esta pasando en el interior de la cabeza del ludópata, que de tener una buena tarde pensará “vaya, estoy en racha” y esos pensamientos ya sabemos lo que implican en un ludópata: “Pues por una primitiva, no pasa nada y aprovecho la racha” “una partidita de poker ahora que estoy de suerte, mucho daño no me puede hacer”, evitar la ocasión, es evitar la tentación.

Por otra parte, los que acaben de llegar y por lo tanto no hayan podido asistir a muchas
terapias, al menos si han tenido una primera acogida, un primer abrir los ojos a lo que debe ser su nueva forma de vida, con más dialogo, sinceridad y una actitud positiva hacia ese cambio. Ya tienen las normas que deben seguir y el contacto donde acudir en caso necesario, este blog y el foro incluido, (perdón por la cuña publicitaria).

Para los que se reúnen con parte de la familia o amistades, con quien no suelen coincidir de forma habitual o con los que se tiene menos trato, también puede surgir la cuestión de si comentar algo respecto a la enfermedad o no y quien debe hacerlo de darse el caso. Ese es un tema muy personal y que suele levantar controversia.
Mi opinión personal, es que es algo que se debe meditar antes de dar ese paso, y que si bien es el propio enfermo quien debería decidir a quien contárselo y cuando, no es menos cierto que en determinadas situaciones el familiar también y como digo según mi opinión, está capacitado para referirse a el, o contarlo, si piensa que esa acción puede servir de ayuda al enfermo o a él mismo, ya que en ocasiones el familiar también necesita desahogarse con alguien de su confianza. Esto es así en mayor medida, si estamos refiriéndonos a alguien como la pareja, o que conviva con el enfermo. Dicho esto también me gustaría decir que si estamos demandando sinceridad y transparencia por parte del enfermo, el familiar o acompañante también debería “predicar” con el ejemplo, ya que no es lógico pedir algo que nosotros mismos somos incapaces de cumplir.


Ver o sentir que nuestra enfermedad, es pasada por alto por parte de nuestra familia o amigos, que tienen constancia de ella pero simplemente “pasan de ella” tampoco debe ser motivo para hacer de ello un drama, sencillamente si se observa una conducta perjudicial para nosotros, se hace ver que esto es así y de continuar en su postura, simplemente con apartarse es suficiente. En caso de que nos pidan explicaciones la respuesta es fácil y contundente: tú me ignoras a mí y a mi problema y yo por mi parte te ignoro a ti, punto. Si se sienten ofendidos ya saben lo que tienen que hacer y si no les importa el desprecio, tampoco hay porque preocuparse ya que eso quiere decir que esas personas no nos interesan en nuestra vida, sean quienes sean.

Para todos aquellos que echen de menos las terapias en estos días de vacaciones, una buena
solución podría ser comentar en el foro, como se encuentran y cuales son sus inquietudes en ese momento, ya sabéis que comentar como nos sentimos, desahoga mucho nuestro interior y además puede servir de ayuda para otros en situaciones parecidas.

Hasta pronto.