Como es lógico al tratarse de un blog que habla siempre sobre
un tema específico como la ludopatía, todas sus entradas y comentarios a las
mismas están relacionados entre sí. Por ejemplo, de las últimas cuatro entradas
tres de ellas incluso en su título tratan de hacernos recapacitar tanto a
enfermos como familiares si tenemos claro que significa ser ludópata y que
camino se debe seguir cuando se pretende controlar, que no curar puesto que eso
es imposible, nuestra enfermedad o la de un ser querido con el que posiblemente
convivamos.
Sea como sea, el caso es que por mucho que se repita una y
otra vez en la asociación e incluso desde este mismo blog (recordad, tres de
cuatro últimas entradas) da la sensación que nadie escucha, nadie hace caso, ¡Otra vez el "pesao" este repitiendo lo de siempre! Da
la sensación que después de un tiempo de disgusto y malestar tras algún
batacazo más o menos importante, cualquier cosa tiene más importancia que
seguir las medidas preventivas, una de las cuales recalca la importancia de
seguir acudiendo a las terapias de grupo con la mayor asiduidad posible, al
menos no dejar que pasen largos periodos sin aparecer por ellas, en algunos
casos incluso de meses y para más inri el día que por fin se encuentra el “hueco”
en nuestra apretada agenda y se va, se pasa por ella en blanco… sin participar,
o tan solo algún escueto comentario para decir “todo bien, gracias” y poco más. Cualquier escusa es buena y valida para quitarnos la terapia de grupo de encima.
Pero qué le vamos a hacer, somos humanos y además mayorcitos
y por lo tanto tendremos que aprender a tomar nuestras propias decisiones y a
asumir sus consecuencias tanto para bien como para mal. Lo lamentable es que al
parecer en algunos casos las experiencias pasadas por otros es como si no
valiesen para nada y sus avisos se tiran directamente a la basura como si tal
cosa, ya sabéis esa suficiencia típica humana de “eso a mí no me pasará nunca”.
De verdad que lo siento.
Hasta pronto.