Tratado el 28/11/2013.
El miércoles tocamos otra vez este controvertido tema en la
asociación. ¿Por qué lo califico de controvertido? A mi modo de ver, me parece
obvio que existen diferencias notables entre el modo de verlo por parte de
enfermos y familiares. Por supuesto estas se hacen más visibles en las
intervenciones de quienes tienen menos tiempo de permanencia en la asociación,
pero incluso en los que llevan más tiempo también hay ciertas discrepancias.
También sería bueno aclarar a qué tipo de familia nos
referimos en cada momento, puesto que no es lo mismo hablar de la unidad
familiar más próxima formada por padres e hijos que conviven juntos, que los
que no lo hacen, o del resto de familia, como tíos, primos, abuelos, o demás;
con quienes a pesar de poder llevarnos estupendamente, el trato no es tan
directo ni frecuente, pero que a pesar de ello pueden llegar a sentirse
ofendidos o desplazados, si se enteran de lo que ocurre por otros medios,
digamos,… no directos. De ser ese el caso, pudiera darse una reacción un tanto
peculiar o no deseada.
Pero dejando ese punto de vista en particular aparte, la
integración familiar entiendo que tiene que basarse sobre todo, en la
sinceridad y el trabajo entre todos, eso sí yendo siempre el enfermo un paso
por delante, puesto que a fin de cuentas; es mucho más probable que en el caso
de la ludopatía, la separación entre sus miembros se deba a que el enfermo con
su actitud y deseo haya sido quien la haya propiciado, a el caso contrario. Es
algo similar a cuando alguien circula en sentido contrario por una autovía y al
ver venir a los demás de frente piensa que todos se han equivocado,… qué es
posible,… bueno pues sí, pero la verdad es que es altamente improbable.
Hasta pronto.
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