jueves, 10 de enero de 2013

Aprender a valorar el dinero.




Independientemente que con anterioridad a la ludopatía se supiese valorar más o menos el dinero, una vez en ella se pierde toda objetividad con el. Se le suele ver como mero instrumento para poder jugar más o menos tiempo, sin darle el valor real que tiene, y un uso adecuado a lo realmente prioritario en nuestra vida.
¿Por qué ocurre esto? Porque para el ludópata el juego pasa a ser su mayor prioridad, en algunos casos la única. Y como el dinero es imprescindible para tal fin, este pasa a ser valorado en relación a lo que cuesta una apuesta.
Es por ello, que en los comienzos de la rehabilitación, el ludópata no debe disponer más de lo estrictamente necesario y siempre bajo un estricto control de quien le haga el seguimiento o control de su rehabilitación.
Generalmente están acostumbrados a llevar una cantidad elevada de dinero con las más variopintas disculpas, entre ellas suele destacar el "por si acaso" aunque estén más que convencidos donde acabara ese dinero. Por eso, cuando se les pide un control, no suele ser bien aceptado, pero poco a poco se adaptan a la nueva situación y después de un tiempo vuelven a saber para que es necesario realmente el dinero.
A medida que la adaptación y la rehabilitación en general van avanzando en positivo, el ludópata debe irse integrando en la gestión de su economía, y la familiar si se diera el caso. Por supuesto esto tiene que ser después de un tiempo de adaptación suficiente, nunca precipitarse por ansiedad o deseo de demostrar algo a los demás, lo importante es ir lo más seguro posible para evitar tropiezos innecesarios que alargarían el proceso de rehabilitación del enfermo y de desconfianza por parte de la persona que lleve el seguimiento.
Hasta pronto.

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