Tema tratado anteriormente el lunes 05/11/12.
Cuando se habla de mentiras, broncas, o de cualquier otro mal comportamiento o incluso de los buenos, estamos hablando de algo que podemos decidir por nosotros mismos, decidimos si mentimos o no, si discutimos o no, si hacemos las cosas bien o no…, pero el tema de hoy al tratarse de un sentimiento escapa de nuestro control por completo.
Algunos enfermos durante su periodo de máxima actividad en el juego tienen los sentimientos tan embotados que tampoco se lo llegan a plantear tan siquiera, siendo más tarde y cuando comienzan una rehabilitación, cuando los tienen.
En otras ocasiones se disfrazan con otros tipos de sensaciones y se dice “yo no tengo ni he tenido sentimientos de culpa, lo que siento es que no tuve la suficiente madured y cordura como para evitar caer” “yo lo que siento es vergüenza por lo que llegué a hacer” “de haberme dado cuenta antes hubiese podido hacer…” en fin, todo un cúmulo de sensaciones que al fin y al cabo lo que indican es una serie de cosas que pensamos que tal vez pudieron ser de otra manera y por un motivo u otro no lo fueron, quedándonos una sensación de “quién sabe si hubiera hecho esto o lo otro, lo hubiese evitado”.
La asistencia a las reuniones de grupo y una buena rehabilitación, poco a poco ponen las cosas en su sitio, permitiéndonos disfrutar de una vida plena y sin este tipo de sentimientos.
Hasta pronto.
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