jueves, 31 de octubre de 2013

Conocimiento de la ludopatía y métodos individuales para combatirla.


Tratado el 14/03/13.

Como es lógico para poder poner remedio a algo, primero se debe saber identificar de que se trata y los métodos para poder combatirlo. Por lo tanto acumular cuanta más información al respecto es lo mejor y ese debe ser el primer paso a seguir.
Lo primero que debe quedarnos claro, es que la ludopatía es una enfermedad crónica, progresiva y recurrente, por lo tanto todas nuestras acciones deben ir encaminadas en busca de una rehabilitación lo más intensa y extensa posible, puesto que al ser una enfermedad crónica la curación total (al menos a día de hoy) es imposible.
Un ludópata no debe limitarse a padecer la enfermedad y esperar que alguien busque una solución para frenar sus consecuencias. Tiene ser él mismo quien se encargue de poner el remedio pertinente para mantener aletargada en su interior la enfermedad, eso solo se consigue cumpliendo de forma estricta una serie de medidas preventivas, las cuales son comunes para todos y cada uno de los ludópatas. Además de estas medidas preventivas generales, cada uno particularmente puede y debe complementarlas con otras individuales y especificas para su caso en concreto, dependiendo de sus propias circunstancias y características, por ejemplo: no tiene las mismas necesidades quien trabaje fuera de su lugar de residencia, que quien pueda estar más controlado por aquellos con quienes conviva o quienes haya designado para ello.
Este tipo de medidas individuales, suele ser conocido con el término “cerrar puertas a la enfermedad” y cuantas más puertas se consigan cerrar, más pasibilidades se tendrá de conseguir una rehabilitación óptima.
Todos aquellos que pretendan servir de ayuda y apoyo al enfermo, deben a su vez tratar
de informarse lo mejor posible de todo lo relacionado con la enfermedad y con las medidas preventivas, esa es la mejor forma de poder ayudar de forma positiva, los gritos, reproches y malos modos, no son precisamente lo más recomendable para evitar que los enfermos tengan una recaída o dejen de pensar en el juego. Los familiares deben aprender a convivir con el enfermo, eso incluye aprender las medidas preventivas, seguir las específicas para los familiares y también controlar en lo posible el cumplimiento de las normas por parte del enfermo.
Los familiares no deben menospreciar los pequeños avances que enfermos vayan logrando, de forma que les ayude a subir en autoestima y de esa manera estar más receptivos a seguir trabajando día a día para lograr tan deseada rehabilitación.
Una buena rehabilitación está en manos del enfermo, pero es cosa de todos intentar conseguirla de la mejor manera posible.

Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario