Este al igual que la mayoría, es un tema muy importante para conseguir una buena rehabilitación.
En muchas ocasiones nos encontramos con casos en que el enfermo e incluso el familiar creen que solo con fuerza de voluntad ya esta todo conseguido y en la practica esto no es así, la experiencia de ver muchos casos indica que si no se cambian los hábitos todo cuesta mucho mas con lo que es prácticamente imposible salir de esta enfermedad.
Todos los enfermos relatan una y otra vez, que en muchas ocasiones se propusieron dejar de jugar, de hecho algunos consiguen estar temporadas sin hacerlo, pero y aquí esta el problema continúan haciendo la misma vida, su trabajo, su vida en la familia, su forma de pasar el tiempo de ocio, en fin todo lo que les llevo a esta enfermedad y si no se plantean un cambio drástico en sus vidas, es muy probable que vuelvan a caer en los mismos errores.
Por otra parte los familiares tenemos que hacer lo propio, si realmente queremos servir de algo en la recuperación de nuestra persona querida, los cambios que va a sufrir nuestra vida son muchos, de forma brusca y a veces muy desagradables (negar más dinero a una persona adulta, controlar su tiempo, sus gastos, etc.) Nos pueden llevar a situaciones difíciles y penosas, en las que tendremos que ser fuertes y no dar ni un paso atrás para conseguir el objetivo deseado la rehabilitación.
Siendo constantes en las terapias de grupo aprenderemos todo eso y podremos a su vez ayudar a los demás compañeros de asociación.
Que importante y que dificil se hace cambiar de hábitos para todas la personas, pero si hablamos de enfermos de ludopatia, se multiplica por dos y más cuando el enfermo no se reconoce como tal, por lo tanto no es consciente de que su vida debe cambiar de pies a cabeza. Durante años e incluso décadas los jugadores llevaban un ritmo de vida totalmente desconocido para los que les rodeamos, y de repente se tienen que volver del revés. Para que una buena rehabiltación comienze, tenemos que tener buenos cimientos, pero si llevamos nuestras vida tal y como era anteriormente la recaida la tendremos a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarCuando nos enfrentamos a cambiar los habitos, es primordial ocupar el tiempo libre. El enfermo se encuentra con un tiempo libre que antes no tenia porque dicho tiempo lo utlizaba para alimentar su enfermedad. Por todo esto es necesario buscar hobbies, entretenimientos... (desde pasear, voluntariados, pintar...) en fin cada uno lo que le guste.
EL cambio de habitos como dices, no solo es cosa del enfermo sino tambien de tod@s los que les rodeamos. Lo mejor es ir creciendo a la par, enfermos y familiares, aunque esto la mayoria de las veces es casi imposible.
Estoy de acuerdo totalmente contigo yomismamente, en el tema de buscarse hobbies o entretenimientos y por supuesto en que lo ideal es crecer juntos, el problema de esto último radica en que el enfermo tiende a ver muchos inconvenientes y por el contrario el acompañante desde su punto de vista cree que el ludópata no pone todo de su parte, pero aceptando que es así algunas veces, en otras tantas estamos tan afectados que no nos paramos a pensar en que todos esos cambios que de forma tan inmediata les pedimos, tal vez no fuéramos capaces de poderlos realizar en un tiempo record nosotros mismos aun estando libres de una adición tan fuerte como es la ludopatía.
EliminarPor lo tanto y aunque cueste mucho llevarlo a cabo es mejor ir poco a poco, abriéndose el uno al otro, comunicando el mas mínimo estado de duda, planteando sinceramente como nos encontramos en cada momento (no son lo mismo, las mismas cosas, en momentos diferentes.)
El peor error que puede cometer el acompañante aparte de los reproches es el de la impaciencia, el agobio constante suele traer muchas discusiones e incluso las temidas recaídas.