lunes, 24 de septiembre de 2012

¿ES NECESARIA UNA ASOCIACIÓN EN NUESTRO PROCESO DE REHABILITACIÓN?


A la hora de hacemos esta pregunta, quizás nos resulte más cercano y directo el plantearnos la cuestión desde otro ángulo, desde otra perspectiva, nada más ni nada menos que desde nuestro más profundo interior: ¿Tengo la fuerza de voluntad necesaria para rehabilitarme?. ¿Es suficiente sólo con ella? ¿De verdad, necesito ayuda? Tal vez demasiadas preguntas. Pero vayamos por partes.
En primer lugar hay que tener en cuenta que hemos estado o venimos de un mundo en el que el engaño (incluso a nosotros mismos), el falseamiento de la realidad, en muchos casos la incomunicación y la culpabilidad, eran el pan de un día si y otro también. La densa nube que suponía el juego cubría constantemente nuestra vida. Al dejar el juego nos sobreviene una sensación de desnudez e indefensión. Y es, desde esa sensación, donde debemos hacer aflorar lo que antes llevábamos oculto: la sinceridad con nosotros mismos y con los demás.
Por ello, entre otras cosas, es necesaria la abstinencia, y a partir de la sinceridad estaremos en condición de respondemos a todas las preguntas que nos hagamos.
En segundo lugar, tenemos que aceptar que no es suficiente con reconocemos enfermos. Demasiado fácil, lo más importante y más difícil es aceptar y asumir las consecuencias que ello conlleva. Y es aquí donde empieza a entrar la voluntad. Es evidente que todos nosotros queremos curarnos; pero curamos "sin dolor". La fuerza de la voluntad, por lo tanto, debe constituirse en uno de los motores de nuestra rehabilitación; pero ese motor necesita alimentación (lo mismo que el coche necesita combustible). Y es aquí donde debe aparecer la Asociación, haciendo que la misma se constituya en una de las fuentes de alimentación y mantenimiento de nuestro proceso de rehabilitación.
Por otra parte debemos tener en cuenta que el juego crea adicción. Por eso no es de extrañar que a veces sintamos la tentación de jugar, aunque hayamos aceptado de forma lógica la premisa de que "no debemos jugar nunca". Así, la fuerza de voluntad, aislada en si misma, corre el riesgo continuo de debilitarse y en muchos casos de rendirse.
El juego es un enemigo fuerte, pero también es nuestro enemigo común. Afecta a muchas personas. El pensar en que no estamos en una guerra individualizada contra él, sino que formamos parte de una especie de ejército inmerso en una lucha sin cuartel contra el mismo enemigo, y con el mismo objetivo de la rehabilitación, nos ayudará a fortalecer nuestra voluntad y a convencernos de que juntos es posible derrotarle: es decir rehabilitamos y vivir sin juego, la tarea no es en absoluto nada fácil, y lo que es peor, no admite medias tintas: hay que poner toda la carne en el asador. La recompensa, aunque no sea inmediata, merece sin lugar a dudas la pena.
La realidad suele constatar el fracaso y la infructuosidad en la mayoría de los casos en que compañeros se ha embarcado en una lucha individual y sin ayuda en contra de su enfermedad.
Esto, entre otras muchas consideraciones que se podían hacer, hace que la respuesta al título de estas líneas sea afirmativa. Pero la Asociación la constituimos todos nosotros, por ello su papel y funcionamiento dependerá de nosotros mismos. El integrarnos en ella, el fortalecerla, la participación activa en la misma, etc., serán pasos de gigante en el proceso de rehabilitación.


Fuente Asociación castellano leonesa de jugadores rehabilitados “Miguel Delibes”

3 comentarios:

  1. desde mi punto de vista el jugador no a madurado en su vida, por el motivo que sea.Somos unas personas, que no nos gusta enfrentarnos a responsabilidades en la vida.Huimos de los problemas a un que estos se acumulen.Mentimos por miedo, y en definitiva escondemos la cabeza como el avestruz, y todo eso es lo que hay que arreglar con la rehabilitación.Y que nada de esto te lleve a jugar de nuevo .
    Conozco personas que han estado años sin jugar y luego han vuelto al juego, por que seguían teniendo las mismas carencias.
    Si consigues enfrentarte a todas estas carencias y mejorarlas. es cuando consigues la rehabilitación y probable mente no vuelvas a jugar nunca mas.Aunque sabemos que el juego va a estar hay, y que cada vez abra mas.
    Pero todo esto se puede conseguir solo se necesita trabajo y no conformarse solo con dejar de jugar

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    1. Efectivamente pero para conseguir aprender todo eso, es necesaria una asociación, que en los primeros momentos te indique lo que te pasa y los pasos para superarlo.
      Y como salir de la ludopatía es un trabajo largo, difícil y penoso, seguramente necesitaras de ella para aprender y enseñar, apoyarte y apoyar, beneficiarte y devolver parte de lo conseguido preparando a otros a superar una etapa de su vida por la que tu ya has pasado.

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