jueves, 19 de diciembre de 2013

Separar problemas.


Tratado el 21/06/2013

Uno de los errores que cometemos más asiduamente todos los implicados en la ludopatía, es el de no separar problemas.
Una vez que nos vemos envueltos en la vorágine de la ludopatía y todo lo que ésta implica, al principio, frecuentemente vamos echando todo al mismo montón, sin pararnos a pensar si todas esas distintas cosas, suceden por la misma causa, o si tienen la más mínima relación con ella.

Que una persona sea ludópata y sobre todo en el momento actual está siguiendo un proceso de rehabilitación, no quiere decir que todas sus acciones estén influenciadas por su enfermedad. Puede ser cierto que en algún momento de su vida, la ludopatía haya sido el eje en torno al cual giraba su existencia, pero eso no es motivo suficiente para pensar que no existiesen también otros factores que completasen, moldeasen y rigiesen en ese momento de su vida, y por supuesto en los sucesivos.

Al igual que el comportamiento del familiar del ludópata, respecto a éste, no siempre está motivado por el conocimiento de dicha ludopatía y sus consecuencias. Por lo tanto permanecer siempre a la defensiva, pensando siempre en la ludopatía como motivo para todo, nos lleva de cabeza a todos, a los reproches infundados y a situaciones incomodas, que más tarde cuestan mucho subsanar.

Cierto es que en algunos casos, como el que se trató en la terapia de ayer en mi asociación, con desapariciones de objetos por medio, cuando ya ha habido ciertos antecedentes de casos similares, en los que el ludópata a tomado parte, son difíciles de separar por parte del entorno del enfermo en cuestión, y que el restablecimiento de la confianza puesta en él anteriormente, difícilmente volverá a ser completa. En situaciones como ésta, el enfermo debe ser consciente y darse cuenta, de que aunque puede que en ese caso en particular él no tenga nada que ver, esa desconfianza y actitud por parte del entorno, es algo que él se ha estado ganando a pulso y con matricula de honor, durante mucho tiempo atrás y que por lo tanto, seguramente también durante mucho tiempo, tendrá que seguir sufriendo sus consecuencias.
Este puede ser un claro ejemplo de lo difícil que resulta a veces poder separar problemas, pero no por ello se tiene que dejar de intentar al menos. Aprender cosas como esa, es uno de los motivos por los que acudimos a las asociaciones; también por cosas como esa, son por las que todos debemos seguir lo mejor posible las medidas preventivas, ya que es el único medio que tenemos para intentar que no se repitan en el futuro.


Hasta pronto.

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