Tratado el 07/04/13.
Otra vez vuelvo a la
carga con este tema tan debatido y en ocasiones poco o nada entendido. Al
tratar este tema la gente empieza a divagar poniendo toda una interminable
serie de ejemplos, como tratando de encontrar una especie de salida por si un día
y por casualidad, “no tuviese más remedio que jugar a algo” sin darse cuenta de
que todas esas situaciones posibles, no son otra cosa que las típicas excusas
de quien aún no ha aprendido que todo consiste en saber decir ¡NO!
Que si el compañero más
pesado que nadie, que por matar el tiempo con la familia, que si los niños, que
si esto y lo otro. Pero bueno vamos a ver, ¿es qué es tan difícil de entender
algo tan sencillo como que un ludópata no debe jugar NUNCA más a ningún juego
de azar y apuesta? ¿Es qué no somos capaces de comprender que por intentar
matar ese rato en familia, podemos terminar matando nuestro futuro y
posiblemente destrozar el de esa misma familia?
La vez anterior que traté
este tema puse unos ejemplos intentando dejar claras las sutiles diferencias
que pueden existir en dos situaciones aparentemente similares, creo que en esos
ejemplos se apreciaba suficientemente el gran abismo que puede separar unas de
otras. Y eso amigos míos, por mucho que pretendamos intentar darle un enfoque
distinto a las cosas, la verdad es que en el interior de cada uno de nosotros,
ludópatas o no, sabemos perfectamente lo que está bien y lo que no lo está
tanto, por eso que alguien que lleva relativamente poco tiempo en la asociación
se excuse a la hora de no saber decir no, diciendo que juega un boleto en una
rifa no por jugar, ni tan siquiera por el premio que encima no es en metálico,
sino por contribuir en una u otra causa,… deja claro que algo falla en su
rehabilitación, pero como se suele decir “está en el comienzo de un largo
camino" y es fácil que aún no conozca todos sus baches, pero que piensen e
incluso obren de forma similar quienes
llevan bastante tiempo en ella, no es ni
medio normal. Eso es una clara muestra de que cuando se lleva un tiempo y se empieza
a confiar uno en demasía, piensa que la cosa no es para tanto, sin pararse a
recordar sus comienzos cuando también creía que todo estaba controlado y que
solo estaba pasando un rato agradable. Que pena que las personas tengamos una
memoria tan frágil para según que cosas.
Hasta pronto.
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