Tratado el 22/09/2012.
- Esos continuos cambios de humor sin motivo
aparente se producirán muy de tarde en tarde, o habrán desaparecido.
- Estará más centrado en todas sus cosas,
participando en ellas de forma espontánea y sin necesidad, de que nadie le
tenga que insistir una y otra vez para que las desarrolle.
- Se marcará unos objetivos factibles y
sensatos, trabajando por conseguirlos; no como antes, cuando la mayor parte
de sus metas eran fantasiosas, relacionadas con el juego y por supuesto al
cabo de un tiempo las abandonaba sistemáticamente al ver la imposibilidad
de conseguir dichas fantasías.
- Formará parte de la unidad familiar y tomará decisiones
como uno más, sin tratar de pasar inadvertido para que nadie le haga preguntas
comprometidas, o queriendo imponer sus descabelladas ideas, sin importarle
los razonamientos de los demás o la situación familiar, tal como hacia
antes.
- Procurará emplear su tiempo libre, en
actividades que no le recuerden actuaciones y pensamientos anteriores, que
le fueron llevando poco a poco, casi sin darse cuenta a sus actividades
como jugador, no frecuentando los mismos lugares y la misma gente de la
que se rodeaba cuando jugaba, retomando o impulsando nuevas actividades y
hobbies, como lectura, deporte, paseos,…
En definitiva, la vida
irá adquiriendo o recuperando, una estabilidad emocional y familiar que le
permitirá volver a ser feliz y disfrutar de los suyos.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario