Tratado el 30/06/2013.
Como si algo quisiera
darme la razón en esta cuestión, resulta que justo el día que tratamos
nuevamente este tema en la asociación surge otra vez la misma cantinela, las
constantes broncas a raíz de los distintos puntos de vista entre enfermos y
familiares a la hora de llevar ese control. Es algo así como si se estuviese
librando una batalla en pos de quien tiene el mando y la dirección en la casa,
en vez de enfocarlo a un tema de necesidad y con una duración limitada al
tiempo que sea necesario para poner las cosas en orden; eso sí, ese tiempo debe
comprender un plazo lo suficientemente amplio y estable, como para que se pueda
hablar de una rehabilitación o principio al menos de esta, y no de unos pocos meses.
Hay que ser conscientes
de que no estamos hablando solo de dinero, sino de algo mucho
más difícil de
recuperar, la confianza perdida. Y recuperar esa confianza, sobre todo por
parte del familiar, que a sufrido varias recaídas, es muy complicado; desde
luego lo que es seguro es que le llevará bastante más que unos simples meses, e
incluso así, pasando tanto tiempo es posible que la confianza nunca llegue a la
situación anterior a la enfermedad.
Si a eso le añadimos, que
el enfermo no vaya un paso por delante facilitando el trabajo, siguiendo
debidamente las medidas preventivas, “apaga y vámonos”.
Menos mal que por lo
general después de un tiempo en la asociación se llega a comprender que el
control del dinero es necesario y no un capricho de nadie, lo malo es que
algunos para llegar a esa conclusión antes pasan y hacen pasar a sus familiares
por muy malos momentos.
Hasta pronto.
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