La autoestima forma parte principal en la forma de ser y del carácter en cualquier persona.
Si esta es alta nos hace ser positivos, audaces y decididos en cualquier factor de nuestra vida. Por el contrario una autoestima baja nos incita ha ser todo lo contrario, negativos, apocados e indecisos.
En un ludópata la autoestima es como el carrusel de una feria, gira y gira sin parar, tan pronto se encuentra en la cima como en un instante en el pozo más profundo.
Esto produce unos cambios de humor tan constantes e improvistos, que tanto el mismo, como todas las personas de su entorno, no saben a que atenerse. En muchos casos esto es debido a que durante su etapa como jugador, la autoestima esta ligada ha la cantidad de dinero de la que disponga, si es mucho o al menos el suficiente para afrontar un nuevo episodio de juego se siente el rey del mundo y capaz de cualquier cosa que se proponga, por el contrario sin dinero pasa a no ser nada, ni nadie, tan solo “algo” que enfoca toda su energía e iniciativa en conseguir dinero, en la forma que sea, da igual si ello implica mentiras, traicionar la confianza de alguien por muy allegado que sea o incluso el hurto o robo.
Cuando el ludópata empieza una rehabilitación, no le resulta nada fácil, desconectar y olvidarse de esa conducta de vida, aparte de ello va tomando conciencia de hasta donde le ha llevado su problema, (pues en un principio no suele ser consciente incluso puede ser reacio ha admitir que lo que tiene es una grabe enfermedad) y por lo tanto los remordimientos le hunden mas todavía.
Por “suerte” y gracias a su trabajo, el de sus acompañantes y a las asociaciones de jugadores rehabilitados, con el tiempo esto pasa ha ser un “mal recuerdo”.
Para un ludopata la autoestima no existe,la tienen anulada, ya que esta enfermedad destruye todo lo que toca,un enfermo no ve nada de su alredor(familia,amigos etc,solo quiere tener dinero para sentirse algo en lo que este le dura,(segundos)¿como puede tener autoestima si cuando se lo ha tragado la tragaperras su cabeza sigue pensando en lo mismo? el ludopata, de esta manera se va destruyendo lentamente sin darse cuenta.Cuando se empieza una rehabilitacion y el pone todo de su parte todo empiza acambiar para todos,ENFERMOS Y FAMILIARES,que de estos ultimos no nos olvidemos que entramos en un mundo tan desconocido como cificil,con la ayuda de toda la asociacion con cariño y tranquilidad(pero siempre atentos a todo el comportamiento vamos caminando).Hay tantas cosas en las que enfermo y familiar tenemos que trabajar para doder dejar esta enfermedad,pero no olvidarla,que es algo que duele mucho(LA LUDOPATIA) en El control del dinero.
ResponderEliminarEliminar contenido | Suprimir | Spam Anónimo a la(s) 14:05
Hola “anónimo”.
EliminarHe movido tu comentario desde la entrada Control del dinero.
Si no sirve de molestia ¿podríais poner un nombre? (el que queráis, solo por distinguir por si hay más de un anónimo) (también serviría ingresar como miembro, jejeje.)
Gracias.
Hola anónimo.
EliminarEfectivamente, cuando se empieza la rehabilitación, el trabajo que hay por delante de todos los implicados en ella es mucho. Además normalmente desconocido por todos ellos, eso no quiere decir que sea más o menos difícil, pero si necesitaremos una guía en la que poder aprender, los cambios inmediatos que tendremos que dar a nuestras vidas, para adaptarla a los nuevos acontecimientos, porque la rehabilitación se compone básicamente de eso, cambios de hábitos tanto en enfermos como en familiares.
Esta guía suele consistir en, profesionales, (psicólogos y psiquiatras) las asociaciones y la búsqueda de información por nosotros mismos en todo tipo de medios (libros, televisión internet…)
Tener información y unos hábitos positivos, nos llevara a una mayor autoestima.
Hasta pronto.
Hola a todos. Perdonad pero me apetece decir algo. Cuando el jugador ha admitido que tiene un problema, marca una diferencia entre él y los demás que puede afectarle o no más adelante según su personalidad, sus circunstancias y su apoyo social. Durante la rehabilitación es incluso humillante en los primeros momentos el tener que ir por la vida sin dinero, dando explicaciones de todo, asumiendo ante los demás que "ha caído" en el juego y que le están ayudando a salir porque "solo no puede". Todo esto afecta a su autoestima, puede llegar a menospreciarse como persona y a sentirse profundamente inútil y/o fracasado (Ojo, esto no es siempre así pero ocurre muy a menudo). Si esas valoraciones negativas de sí mismo no son pronto sustituidas por otras más realistas y tendentes a hacerle ver que es un ser humano, que todos los seres humanos se equivocan porque ninguno es perfecto, y que también ha hecho y puede hacer, es capaz de cosas positivas y constructivas para sí mismo y los demás, si no se cambian como digo, le va a costar muchísimo encontrar las fuerzas para reintegrarse a su vida porque llegará a pensar que todo el esfuerzo no vale la pena ya que él no vale nada. De manera que para una adecuada Rehabilitación debemos vigilar siempre que su autoestima no se rebaje hasta límites irrecuperables, y ahí es donde la familia tiene un papel extraordinario y moralizador para el enfermo, separando el problema del juego del resto de su vida y haciéndole ver que si hay vida hay esperanza y futuro.
EliminarHola Santos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Es muy posible que tengas parte de razón en tu comentario e incluso tal vez toda, no lo se.
El caso es que desde mi punto de vista como familiar, que en un principio por falta de información y por lo tanto sin saber como manejar el problema que me vino encima, como digo, en un principio, opte por el camino mas fácil, sencillamente al poco tiempo de descubrirse todo el “jaleo” que había montado mi esposa y después de acudir a una asociación, en la que nos dieron unas pautas a seguir, (como el susto estaba muy reciente, ella accedió a todo) “como ya no jugaba” pues asunto resuelto. En ese tiempo no se si su autoestima mejoraría algo al ver que yo me confiaba y volvía a permitirle una mayor soltura en el manejo del dinero.
De lo que si estoy seguro es de la perdida total de la mía, al comprobar que no solo recayó, si no que el golpe fue mayor.
Si ya lo se, la culpa no es de nadie es de la enfermedad. Pero lo cierto es que en esa recaída tanta culpa tuve yo como ella, no por confiados, no por que no tuviéramos la información necesaria, si no por querer ser mas listos que nadie, cuando todos los compañeros de asociación repetían hasta la saciedad “no confiaros” Necesita un tratamiento muy largo, y después un mantenimiento de por vida” “En esto se tiene que ir poco a poco” y así, un largo etcétera.
Después de esa recaída vinieron otras más, ahora por un motivo, ahora por otro. El caso es que cuando parece ser que la cosa, va funcionando es cuando ambos hemos comprendido que las normas de la asociación están para cumplirlas, gusten o no, y eso es así porque solo de esa manera son efectivas, esta mas que demostrado que cuando se quieren adaptar a los intereses de cada uno, al final se desvirtúan y ni son normas ni son nada.
Por esa regla de tres, a nadie le darían sesiones de quimioterapia, porque si se le cae el pelo, también podría perder su autoestima. Una vez en el camino de la recuperación, tiempo abra para que “crezca ese pelo”.
Otra cosa distinta seria la humillación gratuita, de poner al enfermo en evidencia delante de terceros, tachándole de incapaz y dando unas explicaciones que por otra parte no son necesarias. De todas formas, recordemos que son maestros en el arte de dar excusas y disculpas cuando les interesa, por lo tanto, cabria preguntarse si tanto sentirse “humillados” no entraría mas bien, en la coacción y el chantaje emocional, “contra” el familiar para conseguir que este afloje algo el control, por lo que a mi respecta ya he relatado antes lo ocurrido por “aflojar” antes de tiempo.
Supongo que lo mejor en estos casos es acudir a un especialista, para que después de un estudio personalizado de su valoración.