lunes, 29 de octubre de 2012

Prejuicios sociales.

La ludopatía es una enfermedad psicológica poco o nada comprendida, incluso a los enfermos que la padecen y a su entorno social que la sufre, les cuesta asumirla como tal enfermedad. Habitualmente para referirse a ella, en este entorno se la denomina problema, y fuera de él vicio.
No es de extrañar por lo tanto, que este repleta de prejuicios sociales. Hoy en día nadie se sorprende por ver en su puesto de trabajo, a una persona con una enfermedad física e incluso mental, exceptuando unas pocas que socialmente están “mal vistas” (alcoholismo, drogadicción, sida y alguna más). Entre estas se encuentra la ludopatía.
Una enfermedad mucho mas extendida de lo que la sociedad esta dispuesta a creer, pues ello nos pondría en el dilema de que repasando detenidamente nuestra propia vida, fuese posible que alguno de nosotros también pudiéramos ser calificados como ludópatas, ¿Qué problema hay en jugar un euro a la primitiva del jueves? ¡Ninguno!



Claro que si a eso le sumamos otro del sábado, uno más cada día de la bonoloto, otro diario de la once, ¡Anda que con ese bote, como no boy a echar un euro-millones!, Y por un rasca de nada ¿Qué va ha pasar si se juega hasta en los kioscos? y que me contáis de la vuelta del café, echándola en la tragaperras es posible que este me salga gratis… Podría seguir poniendo ejemplos un buen rato, pero no lo creo necesario, en este punto supongo que todos sabéis a lo que me refiero, poco a poco la sociedad nos introduce en el mundo del juego, con pequeñas cantidades por apuesta, pero que sumadas entre ellas dan un total considerable.
Esa actitud es aceptada por todos, incluso puedes llegar a ser el “raro” si no haces alguna de esas cosas o todas ellas; Ahora si pierdes el control y te excedes por el motivo que sea, se oculta en lo más profundo de nuestra intimidad, pues socialmente pasas a ser un vicioso, alguien en quien no se puede confiar, en ningún aspecto de la vida. ¿Quien quiere compartir su vida con una persona, que hace cualquier cosa por satisfacer su vicio? ¿Quién en su trabajo confía en un vicioso que abandona todo y solo esta pendiente de conseguir dinero para seguir jugando?
Este comportamiento lleva al ludópata a ocultarse y por lo tanto a hundirse cada vez más en el abismo de su enfermedad. Buscar una solución implica reconocer y airear algo que se quiere ocultar para protegerse.
Por suerte y gracias a la información, cada día más accesible y abundante (internet, asociaciones y demás medios de comunicación) esto va cambiando poco a poco, nos guste o no, los que vivimos más de cerca esta enfermedad tenemos la responsabilidad de darla a conocer y no solo por nosotros y nuestra propia integración en la sociedad, si no también pensando en futuras generaciones, quien sabe si incluso nuestros mismos hijos o futura descendencia.

5 comentarios:

  1. Has estado "sembrao". Muy bien dicho.

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  2. Como bien se dice, la ludopatia no la entiende nadie, mas que los que estamos dentro de ella,bien seamos familiares ó enfermos ya que siempre se ha visto como vicio por que desde el mundo es mundo siempre han existido las apuestas, pero cuando esto llega a la persona que pierde por completo su propio control y pasa a jugar incluso lo que no tiene ya pensamos que no puede ser otra cosa que una enfermedad LUDOPATIA no hay necesidad casi de salir de casa para poder hacerlo pues la TVE tambien se encarga(y muy bien)de publicitarlo,bueno, es la sociedad que nos toca vivir,deseo que todo esto sirva para que nuestros descendientes sepan que hay una enfermedad que se llama LUDOPATIA pero tiene tratamiento(las terapias, las que tanto nos ayudan).Los prejuicios siempre los tedremos lo digo como familiar"yo si"las cosas no se pueden decir libremente pues al enfermo se le puede perjudicar,creo que es el propio enfermo el que debe de tomar la decision de decirlo,(a quien,como y donde) ya que para su vida laboral seria algo para tener en cuenta,esto es lo que yo como familiar pienso en estos momentos

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    1. A mi como familiar, me parece bien que no se comenten “cosas libremente” por hay, y también que el enfermo es quien debe decidir a quien, como y cuando, decir lo que le pasa.
      Pero también como familiar, creo tener derecho a proteger mis propios intereses, no olvidemos que existe algo llamado “cerrar puertas” y que es una herramienta fabulosa en manos del enfermo, pero que si a este no le interesa o no quiere hacer uso de ella, no por eso el familiar debe consentir que el enfermo le arrastre en mentiras, fraudes o demás líos. Pondré un ejemplo:
      Me entero que mi pareja en base a unas mentiras, (por ocultación, engaño o hurto) consigue dinero u otras cosas, en las frecuentes visitas que realiza a la vivienda de un familiar. Que debo hacer.
      - Dejar las cosas así, con lo que me convertiría en cómplice.
      - Dar un plazo al enfermo para confesar, bajo amenaza de hacerlo yo en su lugar. (¿Y si dentro de ese plazo el familiar lo descubre? ¿En que lugar quedo yo? Yo pienso en la situación del enfermo, pero ¿Quien piensa en la mía?
      - Decírselo al familiar explicando las causas de tal actitud, buscando el mejor remedio para todos, evitando así la reincidencia sin responsabilidad.
      Supongo que la más correcta es la segunda, dando el plazo más pequeño o inmediato posible al enfermo y si este pone trabas la tercera directamente.
      El enfermo es eso exactamente, un enfermo, pero no es tonto y debe saber que de sus acciones, se tiene que responsabilizar el exclusivamente, otra cosa distinta es que queramos apoyarle en su rehabilitación.

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    2. Perjuicios? si muchos. Yo no quieo que me señalen ni a mi ni a los mios por la calle. Todos sabemos que la ignorancia es muy atrevida y la gente que desconoce la enfermedad y su tratamiento juzga a los enfermos como viciosos y desechos de la sociedad. Pero no por esto ocultaré la enfermedad, me explico. Si mi familiar constantemente pidiese dinero al vecino en ese momento yo no tengo ningun prejuicio en decirlo claramente. Como bien deciis no lo publico a los cuatro vientos pero si no cierra puertas ya me encargo yo de cerrarlas. (A un diabetico le negamos un caramelo por lo tanto a un enfermo le negaremos un dinero.)

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  3. Felicitaciones para todos los participantes de este blog y en especial para ti para haber si coseguimos añadir a más gente.
    en cuanto a los prejuicios sociales no podemos pedirle a la sociedad algo que ni muchos de nosotros nos emos quitao porque aunque parezca raro dentro de la asociación todavía muchos piensan que jugamos por vicio entonces arreglemonos nosotros primero y la sociedad que piense lo que quiera

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