domingo, 7 de octubre de 2012

Nos puede valer a todos. ¡¡¡Aprovechémoslo!!!

Ayer en la asociación tuvimos una sesión de terapia atípica, un antiguo miembro y compañero nuestro, voluntariamente (tal vez por no haber aprendido a decir no) nos relato a grandes rasgos el transcurso de su vida.
Su relato me dejo profundamente conmovido, ha medida que nos contaba su historia, pase rápidamente, de creer que lo que iba a escuchar seria una serie de logros conseguidos a lo largo de su extensa experiencia como exludópata, a encontrarme justo con el extremo opuesto, fracasos y mas fracasos, lo que desgraciadamente le ha conducido al abandono de toda esperanza de rehabilitación y por lo tanto a vivir resignado para el resto de sus días, en un purgatorio constante.
Para mi personalmente, la sesión ha sido desde el comienzo de su relato, hasta el final, cuando ha respondido a todas nuestras preguntas, cuestionándole el porque de ese abandono, totalmente ejemplarizante de hasta donde nos puede llevar esta maldita enfermedad, si bien o no se toma en serio y por lo tanto no se le da la importancia que tiene, o bien nos rendimos ante nuestros fracasos y nos dejamos abandonar al paso de la vida.
Afortunadamente, en mi caso las cosas van por el buen camino, espero y deseo que pueda deciros lo mismo dentro de mucho tiempo.
Pero es seguro que de tener que afrontar una nueva recaída, (que no llegara si seguimos haciendo las cosas bien, tanto mi pareja, como yo mismo) recordaremos la lección recibida por el compañero, para ponernos las pilas, no abandonar y seguir para delante.
Por lo tanto amigo, gracias por tu relato y permíteme a continuación que te exponga esta pequeña historia:


MIRA LAS HORMIGAS


El hecho sucedió en el sudoeste asiático, en el siglo XIV. El ejército del conquistador asiático, emperador Tamerlane (descendiente del Gengis Khan), había sido derrotado y dispersado por un poderoso enemigo. El mismo Tamerlane estaba escondido en un establo abandonado mientras las tropas enemigas recorrían la comarca.
Estando allí, desesperado y vencido, Tamerlane observó a una hormiga tratando de llevar un grano de maíz por una pared perpendicular. El grano era más grande que la hormiga. El emperador contó sesenta y nueve intentos de la hormiga por llevar el granito. Sesenta y nueve veces se le cayó. Desandaba y volvía a comenzar. Pero en el número setenta logró empujar el maíz por la pared hasta su meta.
Tamerlane se puso de pie de un salto y gritó:
- ¡Yo también triunfaré!
Y así fue. Reorganizó sus tropas y puso al enemigo en fuga.

MORALEJA:
Siempre se esta a tiempo de conseguir una meta en la vida, aunque antes falles en muchos intentos.
Ponte en marcha con fuerza otra vez y como me gusta decir siempre, paso a paso se llega lejos.

1 comentario:

  1. Cuando una persona recae muchas veces es porque a menudo está haciendo algo mal, muy mal, y lo está repitiendo una y otra vez sin comprenderlo. Solemos decir en consulta que si haces siempre lo mismo conseguirás los mismos resultados. Es necesario romper esa cadena de conductas, de pensamientos y de emociones para poder avanzar. Quien tira la toalla sólo muestra que se ha enredado en el carrusel y no sabe cómo bajarse porque siempre ha hecho lo mismo y ya sabe que no le funciona. Por otra parte, en la mente humana lo positivo atrae lo positivo y lo negativo lo negativo, lo que significa que si siempre piensas en términos negativos no atraerás pensamientos positivos, creativos o enriquecedores, acabarás rumiando las mismas miserias una y otra vez. Romper el círculo vicioso, encontrar algo positivo en la vida y tirar de ello para que nos atraiga más pensamientos positivos es la clave para no abandonarse a la indefensión y la pasividad. Tengamos en cuenta que unos hábitos de pensamiento negativos y derrotistas a menudo conducen a la depresión y a otros trastornos psicológicos, arruinando nuestra vida con una nube de problemas que no necesitamos. El primer paso es un pensamiento positivo al día, el que sea, porque como bien dices, paso a paso se llega lejos.
    Y por cierto, Tamerlán o Timur-Lán, además de amontonar cabezas de enemigos en grandes pirámides, tenía la inusual costumbre de robar todas las bibliotecas que encontraba a su paso, con afán de reunir todo el saber de los libros, hasta el punto de que su mítica biblioteca aún hoy está por descubrirse, siendo uno de los mitos antiguos más curiosos.
    Saludos.

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