jueves, 27 de febrero de 2014

¿Cómo pedir a los demás el apoyo que necesitas?



Tratado anteriormente el 26/10/2012.

Ayer en la asociación un compañero que está con nosotros desde hace más de dos años, nos comunico que había recaído; pero no solo eso, también nos dijo que la primera vez que lo hizo fue hace muchos meses… más de un año y que desde entonces hasta hace poco que ha vuelto a jugar, (ésta vez tal y como suele suceder, de una manera más fuerte y descontrolada, hasta verse superado y atrapado de nuevo) pensaba que había sido algo puntual y que estaba controlado y solucionado. Eso sí… una vez más sin atreverse a pedir ayuda, ni contarle lo que le sucedía a nadie.

Por si nos os habéis dado cuenta, es la segunda vez en dos meses que algo similar ocurre. ¿Casualidad? ¿Tal vez algo anecdótico y puntual? No lo sé, espero que así sea. Lo cierto es que el tema de hoy viene como anillo al dedo. ¿Qué ocurre, qué es lo que pasa? ¿Por qué no somos capaces desde la asociación, de hacer entender de forma efectiva a todos nuestros integrantes, la necesidad imperiosa de ser sinceros con quienes nos están apoyando día a día, lo antes posible? Mejor aún si es antes de cometer alguna acción que pueda comprometer la rehabilitación, sincerándonos de forma preventiva, contando nuestras inquietudes actuales y por qué no también nuestras alegrías e ilusiones positivas.

¿Cuándo dejaremos de lado los miedos y vergüenzas absurdas, que no hacen nada más que perjudicarnos? ¿Todas estas situaciones no van a servir de nada? Entonces ¿Para qué seguir asistiendo a las terapias una y otra vez, si no somos capaces de aprender nada de nuestros compañeros? Si ya se es me he puesto algo radical y tal vez también muy pesimista, pero decirme si no es acaso para ello, después de oír cosas así. Dejarme que os haga a todos una última pregunta por hoy, ¡bueno! la anteúltima ¿En qué lugar quedamos el resto de familiares después de enterarnos de algo de este calibre? Nuestros enfermos, que ya hace algún tiempo dan muestras de encontrarse bien y estar superando su adicción, lo están realmente y no nos están ocultando nada, ¿O tal vez sí? ¡Ufff, que repelús me ha dado por un momento! buena ocasión y oportunidad para tener una charla comunicativa con ellos, en la intimidad de nuestros hogares.

Por lo tanto yo que soy el más listo del mundo mundial (jejeje, pobre infeliz de mí) voy a dar la respuesta definitiva y de una vez por todas a la pregunta del título de este tema:
La mejor  manera de pedir ayuda a alguien y no solo en ésta cuestión, es hacerlo de forma sincera, sin quedarnos nada en el tintero y sobre todo lo antes posible… ¡YA! Todo lo demás, son zarandajas y tonterías, querer buscar el momento apropiado que nunca llega, retrasarlo para intentar serenarse y buscar las palabras justas… excusas, excusas y más excusas. Como se dice por mi tierra “Vale más un día colorado que ciento encarnado” sabiduría popular, pero sabiduría al fin y al cabo.

Hasta pronto.

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