Tratado el 29/09/2013.
La comunicación. ¡Ufff!
Menudo tema, algo tan sencillo y a la vez tan complejo. Todos sabemos como se
hace, pero seguramente en más ocasiones de las deseadas nos cuesta horrores
llevarla a cabo.
Posiblemente no es que
sea yo el más indicado para hablar de este tema, que según parece y a la vista
de la falta de comentarios, no soy capaz de hacer que la comunicación sea
fluida ni tan siquiera en un medio tan de moda como Internet.
Pero a parte de eso, si
me gustaría decir que una y otra vez vemos, que el no atrevernos a comentar y dialogar
sobre nuestros sentimientos, problemas y preocupaciones, nos lleva a aumentar
la gravedad de muchas situaciones en la vida. Sobre todo si se trata de algo
que nos pueda causar vergüenza, como suele suceder con todo lo relacionado con
la ludopatía. Que un fumador diga a alguien que padece un cáncer, causado por
el tabaco, parece ser mejor aceptado que si un jugador confiesa ser ludópata;
en éste último caso la sociedad a esa persona pasa a marginarla prácticamente en
todo, la sanidad no se hace cargo de una rehabilitación adecuada, derivándola a
las asociaciones de autoayuda, olvidándose de los múltiples problemas que su
adicción suele presentar en su salud: depresiones, insomnio, estrés… Y con
frecuencia, su entorno le da la espalda pensando que es un vicioso, alguien a
quien es mejor mantener alejado por ser mala persona, etc.
Un panorama así, hace que
quien va notando que la situación se le escapa de las manos, no se atreva a
confiar en nadie para pedir ayuda para solucionarlo, esperando hasta el último
momento por si logra ese golpe de suerte que le permita recuperar lo perdido y
dejarlo en el olvido como si nunca hubiese sucedido nada. Intentando a la par, dejarlo
por su cuenta y riesgo, fracasando una y otra vez; por eso cuando finalmente se
da por vencido y se decide a dar el paso de la comunicación, pidiendo ayuda, la
adicción ha creado en esa persona unos hábitos difíciles de cambiar. Si a eso
le añadimos que aunque cada vez hay más, aún es poca la información que todos
en general tenemos sobre la enfermedad y cómo tratarla, la cosa se complica
mucho más todavía.
Tratar de informase lo mejor posible de todo lo concerniente
a la enfermedad, liberarnos de tabúes y comunicarse más con el resto de la
gente, es un gran paso para conseguir una buena y duradera rehabilitación; tenemos
dejar claro lo que nos ocurre en cada momento, que esperamos de los demás y que
podemos ofrecer, sin tapujos ni reservas, esa y no otra, es la mejor manera de
comunicarnos y de pedir ayuda que tenemos, sin importar el vehículo empleado
para esa comunicación ya sea oral o escrito.
¡Comuniquémonos más por
el bien de todos!
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario