jueves, 27 de junio de 2013

Cómo hacer frente a una recaída.



Tema tratado con anterioridad el 03 /01/ 2013.

En las asociaciones se explican una y otra vez las pautas a seguir en caso de sufrir una caída o recaída tanto por parte del enfermo como del familiar una vez que este tiene conocimiento de ella, pero la verdad es que por parte del enfermo rara vez se cumplen estas pautas, a mi modo de ver la principal, que seria sincerarse y decirlo lo antes posible y de esa manera poder poner remedio antes de que se escape de nuestras manos, tan solo es cumplida por un bajo porcentaje de enfermos, dando pie a nuevas mentiras y nuevas situaciones de riesgo, sobre todo si aún no a pasado mucho tiempo desde su ingreso en la asociación, ya que si se esta cumpliendo la norma de prevención en la que se indica que el enfermo debe tener cualquier medio de acceso al dinero controlado y limitado tan solo a sus necesidades básicas, intentará volver a jugar con la esperanza de poder recuperar lo perdido y de esta forma volverá a entrar en el mismo circulo que le llevo a su situación anterior.
Por eso y entre otras cosas para evitar tal situación, el ludópata debe vencer cualquier tipo de miedo o recelo a contar lo ocurrido ya que de no hacerlo así el principal perjudicado siempre es él mismo y después por supuesto su entorno, sobre todo las personas más cercanas y que convivan con él.

Pero además del tan manido aspecto económico también adquiere gran importancia, tal vez incluso mayor, dependiendo de los casos y la situación en que se encuentre cada uno, el tema emocional, ya que de seguir ocultando lo ocurrido se traiciona a sí mismo y a sus seres queridos, con quienes volverá a tener un distanciamiento tratando de evitar cualquier situación en la que poder ser descubierto, reproduciendo las mismas sensaciones que en su pasada etapa de jugador en activo aunque solo hubiese jugado una vez, creando una barrera infranqueable en su rehabilitación hasta no decirlo o ser descubierto. Por lo tanto ¿por qué alargar esa agonía innecesariamente?
Por parte del familiar, que es el caso en el que yo me encuentro, la forma de actuar también está claramente definida aunque cuando se pregunta a un familiar cual supone seria su reacción en caso de darse dicha situación, también suele coincidir la respuesta con algo como “no se si estaría preparado para afrontar una caída o recaída, ya que lo he pasado muy mal y creo que no lo resistiría otra vez”
La verdad, es que como es lógico todo eso no son más que conjeturas y que realmente nadie sabe como va a reaccionar en un caso así, ni incluso los que ya hayan pasado en anteriores ocasiones por esa misma experiencia, pues como dije antes, todo depende no tanto del acto en sí de la caída o recaída, sino de la situación de cada uno en ese momento en particular y el modo de comportarse del enfermo, puesto que si algo molesta de verdad al familiar, es la mentira y la vuelta a las andadas.



Un compañero de un foro escribió esto sobre las recaídas que me parece interesante.


La recaída no es un chiste.

Las acciones diarias ostensivas mantienen las acciones y los pensamientos subconscientes en control.
Si cambiamos o detenemos las acciones diarias positivas que apoyan la recuperación, estamos abiertos a los cambios en nuestras intenciones subliminales.
¿Cuántas veces hemos oído a alguien que ha recaído decir: "Yo estaba haciéndolo muy bien y luego, de repente, estaba jugando"?
Cualquiera que haya estado en recuperación por un tiempo sabe que la recaída no es un fenómeno "de repente".
Una recaída puede comenzar meses o incluso años antes de nosotros caer en ella.
Esto es lo que crea la ilusión de que todo está bien.
Algunos de nosotros nos sentimos como si las cosas van bien y luego, de repente, estamos jugando sin ningún tipo de comprensión de lo que nos condujo a ello. Pero si miramos hacia atrás en nuestras acciones y actitudes de las semanas, días u horas previas al juego, nos damos cuenta de que no fue, de hecho, de repente.
Al igual que el remate de un chiste, la recaída es a menudo un giro inesperado en lo que se pretendía.
Pero también al igual que con el chiste hay elementos de lo inevitable mezclados con la sorpresa.
Sólo recuerda:
"La recuperación es fácil. Todo lo que tienes que hacer es cambiarte a ti mismo."
Eso puede ser un refrán divertido, pero no es ningún chiste. La recuperación no es nada fácil.
Si hacemos algo todos los días para apoyar la recuperación, maximizamos la posibilidad de permanecer sin jugar un día más.


Por J.G.M. cooperante del foro FUTURO SIN JUEGO.

Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. como hacer frente a una recaida.Yo como familiar creo que no estoy preparado pues no se como seria mi reacción,si me derrumbaria ,me pondria a decir barbaridades ó sencillamente pensaria,relajate, que esta enfermedad nos ha jugado (perdón)una mala pasada y debemos seguir adelante pues la asociación y las terapias son las que realmente nos ayudan a seguir cada dia en esta lucha.Yo en esta terapia hoy comentar a familiares que ellos no lo soportarian,yo tampoco si una caida ó recaida me lo ocultara un tiempo ,esto NO pues seria volver a la mentira y en esta enfermedad esto no se puede permitir pues volveriamos de nuevo a la desconfianza y a las dudas.Espero que siga mi enfermo como hasta ahora caminando poco a poco para no tener que vivir ninguna mala situación.Mi respeto a todas las opiniones,y que no llegue nunca ese momento que el familiar si el enfermo se deja ayudar saca fuerzas de donde no las hay

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  2. Hola MAY.

    Las veces que yo he pasado por esa circunstancia, creo que lo que me ha ocurrido a sido un cúmulo de todas esas cosas que mencionas, en primer lugar el mazazo es tan fuerte que piensas “hasta aquí hemos llegado, no lo aguanto más” por mucho que se quiera uno contener en esos momentos, (hablo por mí) siempre se dice alguna barbaridad, además en esos momentos tal vez ni te lo planteas como barbaridad, sencillamente es lo que en esos momentos y después de una decepción tan grande piensas, ya que por mucho que se diga que la caída o recaída pueda llegar, la verdad es que se piensa que no, que nuestro enfermo ya ha tenido bastante y que no volverá a las andadas, eso queda para otros. Seguramente para darnos a nosotros mismos una especie de confianza, que tal vez no tengamos del todo clara. Más tarde y una vez pasado el primer momento, poco a poco, con más calma las cosas se van viendo de otra forma y las recomendaciones de la asociación para estos casos van entrando en nuestra mente. Pero eso a sido así en las veces anteriores, tampoco yo se cual seria mi reacción ante una futura recaída, pero supongo que eso me ocurre a mí y a todos los demás, para saber con certeza algo así deberíamos ser adivinos o algo parecido y no creo sea el caso. Por lo tanto lanzar al vuelo el pensamiento de cual seria nuestra reacción ante un caso así, no se si definirlo como una especie de perdida de tiempo, ya que cada caso y sus circunstancias todos y cada uno, serán diferentes, incluso con los mismos protagonistas.
    Tan solo nos queda trabajar para que no se presente ese dilema y si este se presenta afrontarlo de la mejor manera posible, en ese caso en concreto.
    Hasta pronto.

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